Capri blu: Un piso para estudiantes con mucha personalidad.
Esta vez el reto era convertir los 110 metros cuadrados de una vivienda del centro de Castellón en un piso para estudiantes con mucha personalidad. El objetivo era conseguir que los inquilinos se identificasen con la estética del dormitorio elegido, sintiéndose, así, parte integrante de la vivienda y mimados por ella.
Al entrar en el piso, techo y pared se funden en un azul intenso que enmarca la foto en blanco y negro de los “faraglioni di Capri” desvelando el alma italiana de la vivienda. A mano izquierda, la celosía de lamas de madera deja entrever el salón comedor, punto de dialogo y de encuentro de los habitantes.
Desde esa pequeña “piazza”, nos adentramos en el pasillo, donde el juego de diagonales, de llenos y vacíos, ensancha visualmente el espacio y le confiere ritmo e interés. Recorriéndolo encontramos en orden cocina, baños y los cuatro dormitorios.
Desde esa pequeña “piazza”, nos adentramos en el pasillo, donde el juego de diagonales, de llenos y vacíos, ensancha visualmente el espacio y le confiere ritmo e interés. Recorriéndolo encontramos en orden cocina, baños y los cuatro dormitorios.
Para lograr que cada estudiante se sintiese especial optamos por escoger una temática de una ciudad italiana distinta por cada habitación. Cada dormitorio ha recibido un toque especial. Al más pequeño de todos le añadimos un papel pintado hecho a medida con una foto de la ciudad eterna tomada por Ana en unos de nuestros viajes por la bella Italia. Con ese escamotage logramos ampliarla visualmente y la dotamos de un estilo de otros tiempos.
En la habitación del fondo, un atardecer en color teja abraza la cama y hace de contrapunto a las láminas originales de caligrafía italiana. Los dormitorios centrales tienen misma distribución, pero espejada y una paleta cromática totalmente distinta inspirada a dos ciudades de Italia. (Seguro que adivináis cuales ;)
Los dos baños reciben un tratamiento aparte para conferirle un aire elegante, huyendo del cliché de clásico piso de estudiantes. Un baño como en casa de mamá y papá.
El más pequeño con un refinado acabado textil en nuances crema y el otro más matérico donde la colocación a junta partida de las piezas cerámicas cobra protagonismo.
El más pequeño con un refinado acabado textil en nuances crema y el otro más matérico donde la colocación a junta partida de las piezas cerámicas cobra protagonismo.
La cocina se concibe como una habitación autónoma. De esta forma permite su uso sin molestar a los compañeros. El juego entre los materiales y la pared perimetral completan la paleta cromática de la casa convirtiéndose en los elementos unificadores que permiten el dialogo entre los espacios, logrando la armonía del conjunto.
Fotografía: Ana Ferrero
¿Quieres ver como la vivienda cobra vida por la noche?
Mira el reportaje de "La casa habitada" en la web de Ana Ferrero Fotografía
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